Por fin reúno fuerzas y energía para hacer una nueva
entrada. Este noveno y penúltimo ciclo ha sido muy duro. Por diversos motivos
no he realizado mis sesiones de acupuntura, reiki… y vaya si lo he notado. Han
pasado casi cuatro semanas y aún no me siento del todo bien. Las molestias
intestinales, mareos, malestar general, cansancio físico y emocional y ahora
algún desorden en el ritmo cardíaco. Así que para este décimo y último ciclo no
voy a desestimar ninguno de los beneficios que las terapias paralelas que realizo
me aportan.
En este post quería compartir mi experiencia sobre la
GEOBIOLOGÍA. Un buen día alguien me aconsejó que no estaría de más poder realizar
un estudio geobiológico de la casa en la que vivimos, para determinar si era una
“casa enferma”. Es sabido que una exposición continuada a determinados tipos de
radiaciones puede exponernos al cáncer. ¿De qué sirve entonces mantener una
estilo de vida saludable si el hogar en el que vivimos, nuestro “refugio”, no
nos ofrece bienestar?
La Geobiología es la ciencia que estudia las energías que
emanan de la tierra y la relación que existe entre estas energías y los seres
vivos. La finalidad última de la geobiología es mejorar el bienestar y la salud
de las personas.
Vivimos rodeados de radiaciones que no se ven pero que afectan
a nuestra salud. Estas radiaciones pueden ser naturales (radiaciones que
emanan de la tierra y provocan variaciones en el campo magnético y eléctrico de
nuestro entorno y pueden debilitar nuestra salud, provocadas por alteraciones
geofísicas, redes geomagnéticas o radioactividad ambiental) o artificiales
(radiaciones provocadas por las nuevas tecnologías, principalmente).
Así que nos pusimos manos a la obra y el primer paso fue
visitar la web de GEA (Asociación de Estudios Geobiológicos) para conocer algo
más sobre esta ciencia y solicitar un listado de profesionales. Contactamos con
varios de ellos para conocer un poco más su método de trabajo y honorarios.
Tuvimos la gran suerte de contactar con dos profesionales excelentes.
Debo hacer mención que su misión, tal y como uno de ellos indicó, “no es hacer
negocio con la salud”. Y así fue. Llegaron a casa y nos pidieron que no les
contáramos nada para no influir en sus observaciones y diagnóstico.
El estudio geobiológico se realiza mediante la radiestesia (sensibilidad
del propio geobiólogo que percibe en su cuerpo, con la ayuda de un péndulo o
varillas, los impulsos producidos por ondas geomagnéticas) y los aparatos d
detección. De esta manera se realiza un diagnóstico para determinar la posible
contaminación emitida por fuentes de radiaciones artificiales que crean contaminación
electromagnética y eléctrica que pueden ser generadas tanto por fuentes
externas (antenas, transformadores, WIFI….) como internas (revisión de
instalación eléctrica, tomas de tierra, aparatos eléctricos, electrodomésticos,
teléfonos inalámbrico, router...). Para ello se utilizan aparatos de medidas de
radiaciones electromagnéticas de altas y bajas frecuencias. Con demasiada
frecuencia no contamos con información veraz sobre las consecuencias de
convivir con tanta tecnología que, si bien en ocasiones nos aporta aspectos
positivos, en otros, puede dañar seriamente tanto nuestra salud como la del
resto de miembros de la familia. Y no digamos la indefensión que puede llegar a
provocar la instalación por "decreto ley” de antenas de telefonía en las
terrazas de comunidades de vecinos.
En cuanto a las radiaciones naturales, tal y como he mencionado
anteriormente, que pueden ser provocadas por alteraciones geofísicas (existencia
de aguas subterráneas o fallas geológicas), redes geomagnéticas (Líneas
Hartmann y Curry) o radiactividad ambiental, es importante descartar que no
dormimos sobre una corriente de agua subterránea ya que puede verse alterado el funcionamiento de la glándula
pineal encargada de la regeneración
celular. Además el cruce de dos líneas Hartmann o Curry genera un campo
magnético geopático que se ha relacionado con numerosos tumores malignos.
Finamente, se realiza la detección con la ayuda de diversos aparatos (brújulas
y magnetrómetros, kombi-test para localizar las fuentes de contaminación electromagnética
y eléctrica; y contadores geiger que medirán las diferencias de niveles de radioactividad).
Cabe destacar que pueden registrarse altos niveles de radiactividad en nuestro entorno
cotidiano debido a la composición mineral del subsuelo. El terreno sobre el que están edificadas nuestras viviendas
puede contener granito y arcilla, entre otros, que tienen una alta
concentración de uranio. Este mineral puede estar presente en determinados
materiales de construcción y decoración, como algunos tipos de gres y de
cerámicas. En su proceso de descomposición, el uranio emite gas radón que está clasificado
por la OMS como la segunda causa de cáncer de pulmón del mundo. El gas radón es
inodoro, insípido e invisible, por lo que una sencilla medida de prevención es
garantizar la ventilación de nuestra casa. En España las mayores
concentraciones de este gas se sitúan en el centro de la península, en el oeste
y noroeste.
Retomando el estudio geobiológico realizado, cada uno de los
profesionales dispuso su material de trabajo y empezaron con una observación
silenciosa y exhaustiva tanto de los exteriores como del interior de la
vivienda. El estudio trascurrió durante casi dos horas. Entre ellos pusieron en
común lo que cada uno había determinado y nos dispusimos a saber el diagnóstico:
Sorprendentemente (para ellos), el estudio concluyó que la
casa en la que habitamos no sufre ninguna geopatía; simplemente debíamos de
mejorar algunos aspectos (cambia el teléfono inalámbrico por uno “fijo”; instalación
de interruptores en aparatos de aire acondicionado para que no estén en stand by continuamente; prescindir de
algunos aparatos eléctricos con pequeño transformador; ventilar bien la casa y,
en especial, el baño, sobre todo después de haber tomado una ducha caliente…).
Como curiosidad, nos desaconsejaron las encimeras de granito. Por otro lado, en
el patio exterior se detectó una corriente de agua, pero al ser un espacio en
el que no se pasan muchas horas no fue necesario adoptar ninguna medida. Ah!!!!
Y recordad no dormir con teléfonos móviles encendidos en la mesilla de noche ni
en la habitación y cargarlos en estancias lo más alejadas posibles de las zonas
de descanso; y, sobretodo, apagar el WIFI
por las noches!!! Pequeños gestos que pueden mejorar nuestra salud.
Si tenéis más interés sobre el tema, nos recomendaron leer a
Mariano Bueno, gran pionero y divulgador de alternativas de vida saludable. En
este caso concreto nos recomendaron “El
gran libro de la casa sana”.
El trio puede con todoooo!!
ResponderEliminarLalala
Siempre tan generosa compartiendo tu gran sabiduria.
ResponderEliminarSabes que te admiro por como eres toda tu así que a por todassss.
Siempre tan generosa compartiendo tu gran sabiduria.
ResponderEliminarSabes que te admiro por como eres toda tu así que a por todassss.
El trio puede con todoooo!!
ResponderEliminarLalala